Plantando Futuro: Cómo Pequeñas Acciones Empresariales Generan Gran Impacto Ambiental

Ayer viví una de esas experiencias que te llenan de esperanza. Junto a varias empresas del Parque Empresarial Austral, plantamos 50 árboles nativos —jacarandás, ceibos y lapachos— en una iniciativa que va mucho más allá de simplemente “hacer algo por el ambiente”.

Me impresionó especialmente ver cómo una empresa de software como Naaloo, dedicada a recursos humanos, está liderando acciones tan concretas para combinar innovación tecnológica con impacto ambiental real.

Cuando la tecnología y la sustentabilidad se encuentran

La iniciativa fue impulsada por Naaloo, una compañía de software de Recursos Humanos radicada en el Parque, en colaboración con ReforestArg. Lo que más me resonó fue escuchar a Martín Bayugar, co-founder de Naaloo, explicar cómo esta acción conecta directamente con su propósito empresarial:

“Esta iniciativa refuerza uno de nuestros propósitos que es la despapelización en las organizaciones. Está en nuestro ADN generar impacto social y ambiental. El objetivo es concientizar, tratar de que el ambiente donde estamos sea un entorno mejor, mucho más sustentable”.

Me quedé pensando en cómo las empresas de tecnología tienen una doble oportunidad: por un lado, sus soluciones digitales ya reducen la huella ambiental de sus clientes; por otro, pueden amplificar ese impacto con acciones directas como esta plantación.

Francisco Costa, CEO y cofundador de Naaloo, compartió algo que me pareció fascinante: han creado el #BosqueNaaloo con el compromiso de plantar 10 mil árboles en cinco años. ¡Ya llevan más de 1,500! Y por cada nueva empresa que se suma a su plataforma, plantan un árbol adicional.

El poder multiplicador de las alianzas empresariales

Lo que realmente hace diferente a esta iniciativa es su enfoque colaborativo. No se trata de una empresa actuando sola, sino de crear un ecosistema donde múltiples organizaciones suman esfuerzos.

Como reflexionó María Belén Aliciardi, Líder de ESG de Parque Austral: “Construir alianzas es la única forma de alcanzar nuestros objetivos como sociedad y como personas”.

Esta frase me quedó resonando. En un mundo donde los desafíos ambientales parecen abrumadores, las alianzas entre empresas, organizaciones especializadas y comunidades locales pueden generar un impacto exponencial.

Me impactó especialmente el enfoque de Tobías Merlo, fundador de ReforestARG, quien expresó: “Nosotros plantamos 200.000 árboles todos los años y nuestro fin no es plantar árboles. Usamos al árbol como vehículo para despertar conciencias. Depende de uno que la acción que hagamos cuente y mejore el entorno”.

Esta perspectiva transforma completamente cómo vemos estas iniciativas. No se trata solo de los árboles plantados, sino del cambio de mentalidad que generan en las personas y organizaciones involucradas.

Pequeñas acciones, gran impacto

Los números hablan por sí solos: los 50 árboles plantados en esta jornada tienen la capacidad de absorber a lo largo de su vida 15.000 kg de CO₂. Puede parecer poco frente a la magnitud del desafío climático global, pero cuando estas iniciativas se multiplican, el impacto se vuelve significativo.

Según la National Forest Foundation, cada árbol plantado no solo captura carbono, sino que también mejora la calidad del aire, previene la erosión del suelo, proporciona hábitat para la vida silvestre y contribuye al bienestar humano.

Para las empresas, especialmente las PYMEs y startups en crecimiento, estas iniciativas representan una oportunidad única de:

• Alinear valores con acciones: Demostrar que la sustentabilidad no es solo una declaración en la misión corporativa.
• Involucrar a los colaboradores: Crear experiencias significativas que fortalecen la cultura organizacional.
• Generar impacto medible: Contar con métricas concretas sobre su contribución ambiental.
• Fortalecer el ecosistema local: Contribuir al desarrollo sostenible de la comunidad donde operan.

Me entusiasma pensar en cómo estas pequeñas acciones, cuando se vuelven parte del ADN empresarial, pueden transformar no solo el entorno inmediato sino también la forma en que hacemos negocios.

Salí de esta jornada de plantación con una renovada esperanza. Ver a empresas de diferentes sectores unidas por un propósito común me recordó que el cambio es posible cuando pasamos de las palabras a la acción.

¿Tu empresa ya está implementando iniciativas de impacto ambiental? ¿O estás pensando en comenzar? Recuerda que cada acción cuenta, y que la verdadera transformación comienza cuando convertimos estas iniciativas en parte integral de nuestra cultura organizacional y modelo de negocio.

Porque al final, como bien dice el equipo de Naaloo, digitalizarse es en sí mismo una elección sostenible, pero siempre podemos ir más allá.